Amenazas. Así van a ser reconsideradas varias de las especies que forman parte de la vida silvestre. La fuerte presión desequilibrante del ecosistema que realizamos sobre otros carnívoros o necrófagos venía dando quebraderos de cabeza además en la gestión de recursos cinegéticos. Pero ¿por qué es así? Por pretender invertir el discurso, ya que nosotros despoblamos de unas especies para promover otras que nos complacen más, el bolsillo y la tartera. Póngame dos kilogramos de plomo que me voy a por doscientos de carne y cornamentas.
Resulta obvio que si eliminas de manera sistemática elementos claves de la estructura social del ecosistema, acaba deteriorándose la mal explicada pirámide trófica, concepción equívoca del puzzle que las entrelaza. Y ahí nace parte del problema, ya que es una tela de araña multidimensional no un castillo de naipes. Cuando las poblaciones de ungulados silvestres se disparan, como única medida de control se nos ocurre vender sus cupos.
Se crían miles de cabezas de animales silvestres en semilibertad para ser cazados más tarde, propiciando que hasta los más débiles pueden llegar a ser piezas nobles, apoyadas en el movimiento internacional de genéticas de aquí para allá. Más tarde nos encontramos con la necesidad de implementar planes de gestión sanitaria para protegernos de nuestras propias decisiones y esquemas simplificados de gestión del territorio y sus poblaciones. Cazar es un deporte, una afición y para muchos considerado un arte de nobles. Sin embargo, ¿a quién le está permitido cazar? Si eres bípedo lo tienes mucho más fácil. Si eres un cuadrúpedo, lo vas a tener muy complicado, eres un furtivo fácilmente penado, ¡pan, pan! y al vino Señoría.
Quizás ese sea también el debate oculto en la introducción del lobo en las comarcas ganaderas serranas muy afectadas por esta enfermante producción de fauna cérvida más “asilvestrada” que otra cosa, ¿quizás sus presas serían los jóvenes o longevos cérvidos que no tienen naves donde resguardarse? Podemos pensar en cifras, el valor de un trofeo de 14 o 16 puntas y el de un cordero, un ternero o una vaca ya vieja no son ni por asomo próximos.
Según el MAPA las enfermedades de la fauna silvestre pueden tener relevancia por varios motivos:
1. Por tratarse de zoonosis, enfermedades del resto de animales que pueden ser trasmitidas al ser humano.
2. Por afectar a la sanidad ganadera, por trasmitir o ser reservorio de enfermedades propias del ganado.
3. Por comprometer la producción cinegética, en granjas de animales silvestres o también llamados cotos de caza.
4. Por sus efectos en la conservación de la fauna silvestre.
Nuevamente faltan los puntos 5 al 9 sobre la gravedad de las prácticas que realizamos para el deterioro de los ecosistemas.El punto 4 se queda corto, corto. La dehesa se muere, por sobrecarga de metales que la apisonan, nitratos y despoblamiento pero aún podemos darle vida si balanceamos el uso de sus recursos, cinegéticos o pastoriles. Dehesa viva, ¡Ya!
https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-higiene-ganadera/pvfs2021_tcm30-437517.pdf